La última guía a diezmar a iglesia
La última guía a diezmar a iglesia
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Cuanto más cerca esta de Altísimo el apóstol, se siente más universal: se agranda el corazón para que quepan todos y todo en los deseos de poner el universo a los pies de Jesús (S. JOSEMARÍA ESCRIVÁ, Camino, n. 764).
Muchos eruditos del Antiguo Testamento no los ven como tres diezmos separados, sino como tres usos del diezmo. Sin embargo, aunque hubiera tres diezmos, como es probable, no es de expulsar que la cantidad aumentara al casarse con la clase ceremonial, especialmente con los festivales requeridos, todos los cuales se han cumplido en Cristo.
En la filosofía ético, la caridad es considerada como una virtud. Se reconoce como un aspecto esencial de la ética, pero que nos impulsa a actuar de manera altruista y a tener en cuenta el bienestar de los demás en nuestras decisiones y acciones.
Tú, luego, que deseas ser útil a las almas del prójimo, primero acude a Jehová de todo corazón y pídele simplemente esto: que se digne infundir en ti aquella caridad que es el compendio de todas las virtudes, pero que ella te hará alcanzar lo que deseas (SAN VICENTE FERRER, Trat. de la vida espiritual, 13).
En esquema, el propósito del diezmo y la ofrenda según los textos bíblicos es adorar a Todopoderoso, inspeccionar su dominio sobre nuestras vidas, expresar obligación por sus bendiciones, proveer para el sostenimiento de la iglesia y el Tarea, apoyar proyectos especiales y ayudar a los necesitados.
Continué leyendo sin desanimarme, y encontré esta consoladora exhortación: Aspirad a los dones más excelentes; yo quiero mostraros un camino todavía mejor. El apóstol, en finalidad, hace notar como los mayores dones sin la caridad no son nada y como esta misma caridad es el mejor camino para resistir a Alá de un modo seguro. Por fin había hallado la tranquilidad (SANTA autobiográficos, 227-229). TERESA DE LISIEUX, Manuscritos
Nuestro Rey, a pesar de su condición altísima, por nosotros viene humilde, mas no con las manos vacíFigura; el trae para sus soldados una dádiva espléndida, sin embargo que no solo les otorga copiosas riquezas, sino que les da también una fortaleza invencible en el combate. caridad En intención, trae consigo el don de la caridad (SAN FULGENCIO DE RUSPE, Sermón 3).
Nuestras prioridades influyen en nuestra forma de atinar. Si deseamos acumular dinero y riquezas terrenales, seremos muy tacaños y no buscaremos oportunidades para compartir los capital que Dios nos ha dado.
El apego puntada por sí solo, satisface por sí solo y por causa de sí. Su mérito y su premio se identifican con él mismo. El aprecio no requiere otro motivo fuera de él mismo, ni tampoco ningún provecho; su fruto consiste en su misma práctica.
Esa dilectio, esa caridad, se llena de matices más entrañables cuando se refiere a los hermanos en la Confianza, y especialmente a los que, porque así lo ha establecido Dios, trabajan más cerca de nosotros: los padres, el marido o la mujer, los hijos y los hermanos, los amigos y los colegas, los vecinos.
El mandato bíblico del diezmo y la ofrenda es una enseñanza importante que se encuentra en diferentes textos bíblicos. Estos actos de Confianza y esplendidez son un reflexivo de nuestra entrega y confianza en Todopoderoso.
Los hombres sin remedio son aquellos que dejan de atender a sus propios pecados para fijarse en los de los demás. No buscan lo que hay que corregir, sino en que pueden morder. Y, al no poderse excusar a sí mismos, están siempre dispuestos a culpar a los demás (Santo AGUSTÍN, Sermón 19).
Debemos, pues, corregir por aprecio; no con deseos de hacer daño, sino con la cariñosa intención de obtener su enmienda. Si así lo hacemos, cumpliremos muy bien el precepto.
ramos de la obra. Deben ser sostenidos pero no con el diezmo. Alá no ha cambiado; el diezmo todavía ha de usarse para el sostén del Empleo”. 9 T, 247250. No es un fondo para pobres. “El diezmo ha sido puesto Excepto con un propósito singular. No debe considerarse como un fondo para pobres. Debe dedicarse especialmente al sostén de los que predican el mensaje de Altísimo al mundo; y no hay que desviarlo de este propósito”.